¿CÓMO RECUPERARNOS CÓMO SERES CONVIVIALES EN TIEMPOS DE PANDEMIA? José Gregorio Lemus Maestre. Ponencia.

Orinoco. Pensamiento y Praxis/ Ano 08 / Nro 12/ Pp. (29-43). Multidisciplinarias/ISSN 2244-8314/ Organismo responsable. Asociación Fraternidad y Orientación Activa/ Editorial. Fondo Editorial ORINOCO Pensamiento y Praxis. Indizada/Resumida en Catalogo Latindex Folio 22927, y adherida a la Red Latinoamericana de Revistas Académicas en Ciencias Sociales y Humanidades (LatinREV) de FLACSO Argentina. Ciudad Bolívar. República Bolivariana de Venezuela.



 ¿CÓMO RECUPERARNOS CÓMO SERES CONVIVIALES EN TIEMPOS DE PANDEMIA?

José Gregorio Lemus
 Maestre Ponencia Venezolano, Doctor en Ciencias de la Educación, Magister Scientiarum en Docencia de la Educación Superior, Especialista en Gerencia Educacional, Licenciado en Educación Mención Biología, Facilitador en Procesos Infantiles. Departamento de Educación Integral, Universidad de Oriente. Venezuela.
 https://orcid.org/0000-0002-0035-2327
 joglem@gmail.com


La investigación que se presenta corresponde a la línea de investigación: Integración comunitaria decolonial, pedagogía y evaluación en la formación de profesionales docentes, que presenta un conjunto de reflexiones que intentan rescatar el aspecto humano de los seres sociales desde el encuentro convivial, visión que se ha asumido desde el pensamiento de Alejandro Moreno (2007), Maritza Montero (2008), Abilio López (2005), Willians Rodríguez (2012), quienes rescatan desde los mismos seres humanos, el aspecto convivial comunitario como entidad esencial para comprenderse como seres ecosóficos, antropolíticos, culturales e históricos; se utilizó la metodología cualitativa de tipo documental, con el uso del análisis de contenido a través del cual se cumplió con el objetivo de analizar la trama relacional del sujeto social desde el encuentro comunitario en época de pandemia COVI-19; lo que ha permitido proponer un conjunto de vías de acercamiento humano para comprenderse, auto-organizarse y desarrollar modos de vidas conviviales de forma asertiva.
Palabras claves: Vida. COVID-19. Encuentro convivial. Seres humanos.

¿HOW TO RECOVER OURSELVES AS TO BE CONVIVIAL IN TIMES OF PANDEMIC?

Abstract
The research presented corresponds to the line of research: decolonial community integration, pedagogy and evaluation in the training of teaching professionals, which presents a set of reflections that attempt to rescue the human aspect of social beings from the social encounter, a vision that is from the thinking of Alejandro Moreno (2007), Maritza Montero (2008), Abilio López (2005), Willians Rodríguez (2012), who have rescued from the same human beings, the communal community aspect as an essential entity to understand themselves as ecosophical beings , anthropolitical, cultural and historical; The qualitative documentary methodology was used, with the use of content analysis through which the objective of analyzing the relational plot of the social subject from the community meeting in the time of pandemic COVI-19 was fulfilled; what has allowed to propose a set of ways of human approach to understand, self-organize and develop ways of living together in an assertive way. Key words: Life. COVI-19. Convivial encounter Human beings. 

¿COMMENT SE RÉCUPÉRER POUR ÊTRE CONVIVIAL EN TEMPS DE PANDÉMIE?
Résumé
Les recherches présentées ici correspondent à la ligne d'investigation : Intégration communautaire décoloniale, pédagogie et évaluation dans la formation des professionnels de l'enseignement, qui présente un ensemble de réflexions qui tentent de sauver l'aspect humain des êtres sociaux de la rencontre conviviale, une vision qui a été assumée à partir de la pensée d'Alejandro Moreno (2007), Maritza Montero (2008), Abilio López (2005), Willians Rodríguez (2012), qui sauvent des êtres humains eux-mêmes, l'aspect convivial communautaire comme une entité essentielle pour se comprendre comme des êtres écologiques, anthropologiques, culturels et historiques; La méthodologie qualitative de type documentaire a été utilisée, avec l'utilisation de l'analyse de contenu à travers laquelle il a été rempli l'objectif d'analyser la trame relationnelle du sujet social à partir de la rencontre communautaire en temps de pandémie COVI-19 ; ce qui a permis de proposer un ensemble de parcours d'approche humaine pour se comprendre, s'organiser et développer des modes de vie conviviaux de forme affirmative. Mots clés : Vie. COVI-19. Réunion conviviale. Les êtres humains.


Buenos días y tardes a toda la comunidad de investigadores de Latinoamérica y del Caribe, en especial a los venezolanos. Muy honrado, hoy, por la invitación que se me ha hecho por parte del comité científico de la Revista ORINOCO Pensamiento y Praxis, en la celebración de su 8vo aniversario. Muy especialmente al Dr. Leonardo Maestre, director de tan prestigiosa revista. De igual manera, les saludo en nombre de la Casa Más Alta del Oriente Venezolano, Universidad de Oriente, Núcleo de Sucre, donde hoy luchamos por sobrevivir, de igual manera, a una tempestad sin precedentes, donde nuestros espacios académicos han sido devorados por la ignorancia y la acción indiscriminada de quienes pretenden destruir la academia universitaria, pero firmes en convicción, levantamos nuestro espíritu académico en cada calle, en cada hogar, en cada espacio que se aventura como posibilidad para decir y demostrar que la universidad de oriente verdaderamente no es el espacio físico, sino, que está allí misma donde el pueblo yace, fluye y vive, nuestro lema hoy más que nunca está vivo, por eso retomamos: “del pueblo venimos y hacia el Pueblo vamos”. Quisiera tomar la oportunidad, de igual manera, para ofrecerles mi sentimiento y profunda fraternidad en estos momentos donde todos y todas atravesamos una incertidumbre de nuestras existencias y, la fragilidad de nuestros sentires ante lo que vive nuestros otros hermanos de vida. Les pido por favor, que nos refugiemos en Dios, sea cual sea la religión que profesemos, que él sea quien tome en sus manos nuestras vidas y sea de igual manera el refugio más sagrado de nuestros corazones, pidámosle con profunda fe que nos ilumine, nos guarde en su protección. El mundo en la época actual, enfrenta una alteración de todos los sistemas de vida que desarrollan los seres humanos: político, económico, cultural, social y de convivencia, este último afectado desde las relaciones de confinamiento que ha traído como consecuencia el desarrollo de las formas de protección y resguardo ante la pandemia denominada: COVI-19, enfermedad mortal que azota de forma indiscriminada y bárbara a todos los sujetos sociales sin distinción de razas, credo, condición política o cultural. Ha tocado a todos y todas enfrentar la persecución de la muerte genradando temor, angustia y dolor al ver a miles de familiares, compañeros y personas de todo el planeta, terminar su último suspiro de forma patética. Esta situación, ha llamado la atención a toda la comunidad científica y organizaciones mundiales para estudiar y buscar medidas o vías de solución que presenten las alternativas para erradicar el virus y las diferentes alteraciones que este ha originado. En esta búsqueda, celebro la orientación de la Revista ORINOCO Pensamiento y Praxis, a través de este del Coloquio Virtual, que ha propuesto analizar esta temática como mecanismo de levantar la voz a través de la pluma de sensibilidad humana desde todos los que están siendo afectados por esta situación antihumana. Es necesario que la comunidad de científicos planetarios se sientan comprometidos, en esta tarea, de involucrarse en todas las convocatorias que todas las aéreas invocan para rescatar la salubridad, economía, acción social, vida, convivencia y esperanza ciudadana. Ardor de compromiso que debe nacer en quienes se sienten responsabilizados con el conocimiento y la prosperidad de los pueblos; en el devenir próspero que se deben suscitar en ellos y la posibilidad de un renacer fecundo de bienestar y prosperidad erigidos en una amplia esperanza. En este acontecer, se vio oportuno retomar uno de los aspectos fundamentales que está ocasionando y profundizando el estado de crisis en las comunidades, es el referido a las relaciones de convivencia que se están llevando a cabo por las familias y sus vecinos en las comunidades, pues la situación de alarma de salubridad, propuso como medio profiláctico la confinación o resguardo en los hogares y comunidades, con aislamiento y distanciamiento social, ocasionando fracturas de relaciones entre las familias, vecinos y comunidades. 
Las telecomunicaciones han afianzado el lema: ¡quédate en casa!, ¡no estamos de vacaciones, quédate en casa!, ¡cuídate, toma distancia de las personas, utilizando el tapa boca y lavándote a cada cinco minutos las manos!,¡no te acerques a las personas, ni los toques, ni lo abrases ya luego serán momentos de juntarnos! Expresiones que han llevado, a todos y a todas, al alejamiento y distanciamiento social, unido al temor a la muerte, la escases de recursos: alimenticios, económicos, sanitarios o de abastecimiento, en particular en Venezuela, ha originado un estado alterado de la psiquis, por la no posibilidad de auto atenderse así mismo y a su grupo familiar ante la eventualidad que se afronta. “No obstante, no es cuestión de alarmarse innecesariamente o entrar en la histeria colectiva y social, simplemente debemos aprender a tomar medidas que impidan la diseminación del virus y que ralenticen su avance sobre la población” (López, 2020, p.6) Lo que se ha venido declarando, pone en el escenario, la revisión del sujeto social desde el encuentro comunitario, desde las relaciones que se están estableciendo para un vivir bien, un existir desde la relación sana, afectiva, emotiva, para convivir adecuadamente y establecer canales de relaciones interpersonales adecuadas. Actitudes que hoy afrontan grandes sesgos por el confinamiento, pasividad de aprendizaje, poco acceso a lugares recreativos, supresión de emotividades, poca atención social por parte de los Estados, en fin una serie de situaciones que ocasionan un quiebre de las relaciones entre las personas, y en las mismas personas. Revisar lo convivial, es un punto de estudio álgido hoy, revisar cómo de forma individual o colectivamente estamos ejecutando nuestras existencias humanas, nuestras prácticas de vida, en tramas de relación y existencia. La trama vista desde acciones, conjunciones, modos de vida que penetran la existencia del ser, en tanto humano que es, por eso, revisar lo que señala Alejandro Moreno desde (1987) en su arduo trabajo en la investigación popular, con la afectividad humana que bien señala Willian Rodríguez (2012) en su investigación de la psicología social de la liberación en la acción y pensamiento de Alejandro Moreno, sería Ubicando al sujeto en el “conjunto de prácticas del mundo-de-vida popular, en su acaecer fulgente y dinámico”. Esto por supuesto de forma inmediata nos ubica a nosotros parte de un mundo de vida y fíjense que nos aclara que es dinámico, no estático, sin movimiento y tal vez allí encontremos la primera fractura de lo que consideramos como la no relación, aspecto preocupante del pensamiento de las investigaciones de moreno y que concuerda con nuestros sentimientos, pues nosotros por naturaleza, cultura y desarrollo social, somos lo que el mismo Moreno denomina seres relacionales, conviviales por naturaleza y acción social. La relación nos lleva a entender un conjunto de prácticas significantes con las cuales desarrollamos nuestra existencia, y que nos llevan a un flujo de información y nociones de afectividad con los otros. El pensamiento inmediatamente nos conecta con imágenes de sonrisas, abrazos, paseos, tránsito, voces, ruido, llanto, carros, bicicletas, abrazos, besos, manos tomadas paseando por las calles llevando consigo las sonrisas o tal vez la esperanza de otra vida, es lo que en definitiva nos dice que la cultura social es dinamismo, interacción y evolución. Resalta la atención ante estas significaciones de Rodríguez a Moreno, lo que el mismo Moreno afirma: “A la corriente de la vida cotidiana la he llamado luego vivimiento y al vivir la vida en una comunidad desde sus propias prácticas lo he denominado invivir –vivir dentro–, pero un invivir compartido, esto es, convivido” (Moreno, 2007, p.238). Por eso, se ha considerado el ser social convivial a ese sujeto que invive en las prácticas de vidas propias de su existir pero en relación dinámica con los congéneres, lo que él mismo autor ha llamado “practicación”, relaciones activas con su grupo familiar y social. Pensar esto, de manera estática, pareciese imposible y así lo es, pues nuestra cognición y metacognición, no han sido preparada para otro acontecer, no se nos ha preparado para entendernos desde la distancia y véanse que los estudios a distancia, han sido una gran novedad a través de las universidades con sus recursos y medios telemáticos, pero sin embargo, la gran masa estudiantil, acude a clases presenciales, ¿porqué?, porque la afectividad y la relación son insustituibles. Se preguntarán entonces ¿cómo nos piden distanciamiento social si estos dos elementos nos hacen falta para vivir? Pues, lo primero que debemos entender es que vivir implica auto protección, es entender que tu vida depende es de ti, de tu decisión y actitud para resguardarla. Segundo, que esto es transitorio, y no podemos ahogarnos en un mar de desesperanza, caos y conflicto ante la ocasión que se nos presenta, ante ello, debemos es hallar alternativas de relación con las personas que convivimos, con las cuales compartimos día a día nuestras vidas, y tercero sería entonces acudir a lo que William Rodríguez rescata de Alejandro moreno, que es producir “liberación, en la praxis, cuando los propios sujetos tienen la posibilidad de decir su palabra y actuar su vida en sus propias claves y códigos”, hacer esto, sería una de las importantes tareas que nos convoca este asilamiento, entender, que nuestro actuar debe sacar lo mejor de nosotros mismos, de lo que somos, valemos y podemos ser. Y pensar “la vida convivida, en su discurrir cotidiano, en su vivimiento” (Moreno, 2007, p.239). Ser un ser convivial, significa relación interna con nosotros mismos, con nuestros familiares, comunidad, vecinos y demás miembros de la sociedad. Pero para poder ser convivial necesito entender, que soy parte de una vida y las relaciones que en ella se dan, y si esto no lo he entendido desde mi interioridad y desde mi hogar, la cuarentena se presenta como momento crucial como bien ya referíamos en las palabras de Alejandro moreno, para revisar ahora nuestras prácticas, relaciones y códigos para establecer una verdadera relación, conmigo mismo y con el otro, desde como yo sujeto que “vive, co-vive e invive” auténticamente sus prácticas de vida y que lo llevan a constituirse como un ser-relación. Un ser de relación, entiende en consecuencia, que es parte de un mundo abierto de posibilidades, y por eso hace uso de múltiples oportunidades a las cuales tiene acceso para poder darle significado a su vida, a su existencia y al valor que el mismo tiene en el mundo. Para posibilitarse ese camino debe de partir de la fe en sí mismo, en recuperarnos como personas espirituales y en permanente construcción, más aún cuando la intriga, la incertidumbre y el desconocimiento nos afrontan con situaciones inesperadas o desconocidas. Nos revela como nos construimos dialécticamente en lo social, con esa vida que transita en y con nosotros. Nos recuerda que aprendemos cada día y que una situación tan sencilla o tan fatal, puede ser, una posibilidad de crecimiento, de nuevos senderos, de nuevas vías creativas, de mejores realidades comunitarias, pero para eso, necesitamos creer en nosotros, en lo que somos y valemos. Pensar siempre, en lo positivo que puedo encontrar en todas las circunstancias de vida que se presentan. Pero, para entender lo positivo, el gran detalle estará en creer que sí podemos hacer la diferencia, sólo basta intentar, por supuesto en ese intento puede haber caídas, fracasos y desánimos; ante eso, volver a intentar, mil y una vez, quizás con rutas poco usuales a lo que estamos acostumbrados pero con la persistencia adecuada, se logra atendernos y salir adelante. En esto, la voz sincera del padre y madre de familia, como orientador, animador, como compañero de ese tránsito que nunca acaba pero que es orientado, ayudado e impulsado por él, se convierte entonces en el medio idóneo para acceder a ideas y sueños posibles desde el hogar, para luego entonces ser bases morales con las cuales ampliar el mundo de la relación y la convivencia ciudadana una vez nos reincorporemos de la cuarentena a la dinámica interactiva de la sociedad. Lo anterior, debe ser una acción permanente de nosotros como ciudadanos que estamos inmersos en un mundo transcomplejo, heterogéneo y dinámico, y que muchas veces nos pone en situaciones difíciles, donde la confianza y la fe en nosotros debe servir de base para mirar el presente, reflexionar sobre lo que ocurre y levantar acciones que nos permitan encontrarnos con nuevas y mejores condiciones. El persistir debe convertirse en un principio básico de vida, de nuestras vidas, para alimentar el espíritu y fomentar la movilización de la conciencia sobre necesidades latentes, para afrontarlas y desarrollar así, un verdadero encuentro de transformación de nuestras vidas, de esa “vida acaeciente en las personas” (Rodríguez, 2012, p.297). Una energía inspiradora, de fe, de sentido espiritual, de identidad, en base a la comunicación protagónica, para activar una auténtica cultura de convivencia, de empoderamiento, que los lleve a acciones autogestivas, de encuentro, flexibles, descentralizadas, críticas-reflexivas desde los mismos actores sociales que lleven a comprender la necesidad de mejores condiciones de vidas para todos y todas, es una invitación a los seres humanos a construir una nueva historia que rompa con la cultura de pobreza señalada por Maritza Montero en su obra ideología, alineación e identidad nacional, por lo tanto es hora de derrumbar El lenguaje pobre y directo, falta de motivación, pasividad, derrotismo, capacidad de planificar, creencia en que fuerzas externas controlan el destino de las personas (...) ambiente frustrante, que provee modelos derrotistas (...) se asume así que los pobres son los responsables principales de su pobreza y principales directos de su desgracia (Montero, 2008, p.25). Claro está que las ideas anteriores, obedecen a un proyecto modernista, quien ha manipulado el conocimiento, la ciencia, el conocimiento y la movilidad de las esferas de las vida de los países donde ha impuesto un modelo colonizador de las mentes, espíritus, pensamientos y acciones, Cuyo estado metacognitivo se ha llevado a entender que el mismo ser humano es doblemente culpable, primero por dejarse colonizar y segundo por hacerse consciente de esa colonización y poner resistencia. La historia que se escribe hoy en el mundo debe ser un ejemplo de rectificación de lo que humanamente hemos mal entendido, o realizado mal, desde las nociones de familia, encuentro, relación, invivencia, responsabilidad, hogar, familia, alimentación, salud mental, nociones que hoy son repensadas desde el habitar la casa en largos períodos de tiempo. Repensarnos no puede ser una idea descabellada y ausente de nuestro ejercicio diario. El viaje por el despertar de la consciencia es un viaje individual hacia dentro de nuestros corazones. Es por ello que en la medida en que vamos autoconociéndonos, y autodescubriéndo nuestro mundo interno, en esa misma medida vamos avanzando hacia la liberación de la consciencia y en consecuencia hacia la liberación espiritual de nosotros mismos (Fernández, Chaparro y Camargo, 2019, p.8) Lo convivial que se vive hoy, debe conllevar a estrechar la relación familiar, en ver cómo desde nuestro hogar participamos en diálogos asertivos de convivencia, en utilizar mecanismos donde la palabra nos convoque a divertirnos, a compenetrarnos más, a entendernos como parte de un grupo con situaciones diversas pero interconectadas a la vez. El lenguaje asertivo, debe ser un asunto prioritario para relaciones tolerables entre todos, donde cada uno tiene algo que ser escuchado y comprendido, y que genera cada vez más, temas de conversación. Las redes sociales como Twiter, facebook, Instagran, YouTube, linkendin, pinterest, también se nos presentan como posibilidad de rescate convivial, donde la relación a distancia, permite encontrarnos con los otros que forman parte importante de nuestro existir, crear redes y vínculos de información, estudios y amigos resulta importante para establecer constantemente una elevación y/o restauración de la salud mental, de cada uno de nosotros. La salud mental, debe ser permanentemente cuidada, para evitar enfermedades psicóticas, patológicas e inclusive mortales, ejemplo de ello, lo vemos en nuestro país Venezuela, donde la no comprensión de la situación que se vive, ha llevado a muchos hermanos y hermana a atentar o en muchos casos acabar con su propia vida. Por eso rescato el argumento de Maritza Montero en su obra Teoría y Práctica de la psicología comunitaria donde señala que “las transformaciones son producidas por los miembros de la comunidad en un proceso de fortalecimiento o potenciación a través del cual los recursos y las capacidades existentes son desarrollados, y otros nuevos son adquiridos” (Montero, 2008, p.158) Las alusiones de Montero, nos llevan a comprender cómo la situación actual hace emerger en cada familia un enorme potencial creativo para poder autoorganizar sus recursos, espacio y tiempo, para desarrollar labores de alimentación, convivencia y estabilidad psicoemocional donde todos y todas sean beneficiados. Fácil no es, de eso se está seguro, ya anteriormente se aludía que nuestra cultura nos ha formado de otro modo, pero esta ocasión hay que aprovecharla para ajustar planes de resistencia, sobrevivencia con los recursos que están al alcance y que de seguro en un futuro ro contaremos con mejores potenciales para el aislamiento o confinamiento, y los sujetos se aspira que “actores sociales usualmente privados de voz o no escuchados abandonen el papel de espectadores pasivos” (Montero, 2008, p. 161). Para ser protagonistas de su propia historia, cargada de sus mismas claves, códigos y formas de entenderse en el mundo de vida, y esto significa, recuperar su protagonismo como constructor de historias humanas cargadas de humanidad, pero ahora desde su propia voz, asunto que apunta a nuevos tránsitos sociales decoloniales, al rescate de nuestro gentilicio como seres valiosos, cargados de fuerza histórica y con enormes potenciales humanos y espirituales. Esto, es una situación preocupante que debemos atender en la familia, para crear un ambiente de relación armonioso donde cada uno se sienta tomado en cuenta y planteen mecanismos de distracción y recreación donde se ocupe la mente y su potencial en actividades productivas, creativas e innovadoras. Por eso, hoy en Venezuela y el mundo se debe sembrar la esperanza en nosotros como pueblo soberano, debe ser un intento permanente de fe, de creencia verdadera, como sujetos populares, debemos intentar izar en los corazones de nuestra gente noble, la bandera de la esperanza de nuevos tiempos por venir. Por eso, esta lección que presenta el COVI-19, puede ser la oportunidad de nuevos proyectos de vidas personales, comunitarios y de país. ¿Acaso los filósofos, científicos y demás ilustres que nos antecedieron no lo hicieron? La invitación es a ver nuestras ideas en grandes posibilidades de construcción histórica como sujetos políticos que somos, por supuesto para ello, intentando, una y otra vez. En ello el vivimiento como apunta Moreno, es una manera de hacerse parte del estudio colectivo de lo acontece en las formas vividas, a pesar de que moreno no propone este mecanismo de forma aislada, sin contacto en el mundo vivo, podríamos asumir su idea, en tiempos de cuarentena para adaptarlas y proceder a utilizarlo de forma individual, familiar y social desde casa y hacer de el un mecanismo para “en el se registran significados y comprensiones” de lo que se está viviendo y lo que se aspira a futuro poder desarrollar como seres Venezolanos y Latinoamericanos. El apalabramiento, es otra idea de Moreno que se puede utilizar para registrar este proceso de vida que vivimos y conjuntamente con la historia de vida son estrategias para pensar producir intelectualmente en tiempos de crisis, ¿hay posibilidades para atendernos y a tender a los otros en estos momentos tan preocupantes?, por supuesto que sí, lo que tenemos es que debemos emprender un viaje de lo posible. Para entender qué ocurre con el sujeto, sus sensibilidades, afectividades, relaciones y modos de vida, y en función de ello, establecer modos otros de acercamientos humanos que permitan a los que entendemos la vida en fuerza cristiana acercados a Dios, que esto es transitorio, y con la fuerza que este nos inspira levantarnos de esta pandemia con fuerte firmeza de superación, bienestar y prosperidad. Rencontrarnos con el otro, pero ya de otro modo, más sensible, humano, convivial, rescatar la dignidad humana, pues como señala Abilio López en su obra vivir en comunidad, “toda persona es digna y esta llamada en crecer en relaciones de dignidad hasta convertirse, como dice la Biblia en expresión de la perfección de Dios., que es relación de amor, independientemente que se tenga o no conciencia de ello” (López, 2005, p.23) Levantar la bandera de la esperanza, es sumamente necesario e importante hoy y para el futuro por venir, en creer en el sí se puede, en el renacer de una sociedad devorada por una crisis sanitaria que ha erosionado las vidas en máxima expresión y detrimentado las nociones de encuentro, relación, asistencia, cooperación, ayuda, familia, apoyo, filiación, entre otras que caracterizan nuestras relaciones de convivencia ciudadana. Pensar en el ciudadano, en lo que debe hacer asertivamente para transitar este momento donde se exhorta a la humanidad que nos constituye a florecer para poder acometer sin daño alguno las relaciones de invivencia (Moreno) con nuestros familiares, amigos, vecinos, colegas, docentes y demás miembros comunitarios. Hoy, más que nunca, resulta una condición ética como seres antropolíticos que se es, reflexionar y encontrar vías de cómo recuperarnos cómo seres conviviales en tiempos de pandemia, por eso invito a usted a repensarse en el la vida, no para auto-culparse, denigrarse y flagelarse, sino como medio de reflexión, de cambio, de otra actitud para re-entenderse como ser ecosófico y planetario que es, y en ese sentido, enrumbar nuevas acciones con verdadero sentido humano, donde el encuentro y las relaciones otras que están emergiendo, nos complementen y resguarden en nuestro estado de seres cristianos, de hijos de Dios que somos. En la relación que hemos venido teniendo con la naturaleza y las formas que hemos asumido con su uso, resulta indispensable reflexionar cómo nos hemos convertido garantes de que en ella se den los procesos ecológicos adecuadamente y cómo nosotros nos hemos incorporado en su dinámica biosferica para vivir sustentablemente sin causar daño a la biodiversidad que en ella cohabita, allí creo hay mucho que reflexionar, más aún en las acciones que nos demuestran qué estamos haciendo para vivir entrelazados con la naturaleza , la vida y las personas. Nuestra corresponsabilidad con los desastres naturales que se están ocasionando y cómo a partir de allí tomar actitudes responsables para tratar de generar acciones de respeto y resguardo por el entorno natural, por nuestra tierra patria, por nuestra madre tierra. Repensar nuestro baluarte interno, nuestras actitudes y valores, se hace una actitud responsable para entender que lo convivial, no se hace a espalda de una series de valores personales, sociales y espirituales que nos conforman, pues nos convoca a recuperar, a deconstruir, para poder luego religar esos asuntos , exige ser un agente de acción, con voz, involucración, de derecho, un sujeto activo, integrado, identificado, empoderado, que desde su accionar incide, vigila y cuestiona los procesos humanos que desarrollan para el bienestar colectivo del hogar y su entorno; lleva a entenderse como parte activa y protagónica de los procesos, con sentido de igualdad y uso de los valores sociales democráticos. Los invito a ser parte de una nueva historia, donde la relación convivial, sea un aspecto de real interés de resguardo y protección de nosotros mismos, que no permitamos que las relaciones con nosotros, nuestros familiares y amigos se desvanezcan en un tiempo que corre velozmente, y que cuando demos vuelta a la mirada, el pasado sólo será el destejo de ese recorrido de una historia que ya no está, que simplemente queda en el recuerdo de nuestra vida, por eso, rescatemos la vida en su máximo esplendor, desde los detalles más ínfimos, hasta a aquellos que consideremos extraordinarios, saquemos provecho para demostrarle a nuestros seres queridos cómo los amamos, disfrutemos tenerlos cerca, aprovechemos este momento largo para el dialogo, el juego, el sentimiento fraterno de hermandad fecunda familiar, y aquellos que estén sólo, aprovechen al máximo las redes, los medios televisivos, la lectura, la investigación, entre otras actividades que nos atiendan nuestra humanidad, pero siempre, siempre, esperanzados con un futuro mejor, pues las posibilidades de un mañana donde la luz reaparezca esta siempre latente, pues: “El rey de Israel nunca duerme, siempre esta alerta, el rey de Israel nos custodia día y noche” (Salmo 121:4). Y por eso siempre la luz vence a la oscuridad. Los invito asumir la vida significativamente y re-entenderse en el compromiso ante las diferentes facetas que esta demanda, donde la esperanza, la fe y la responsabilidad individual permitan establecer una voz que proyecte siempre la buena nueva, pues “ustedes son la luz del mundo” (Mateo 5:14). Me despido de ustedes, confiado de verlos comprometidos en reescribir la historia venezolana y planetaria, pero ahora, más sensible, más humana.
Referencias bibliográficas
Fernández, O; Chaparro, R. y Camargo, R. (2019). Neuroinmunología social y el COVID-19. Nómadas. Critical Journal of Social and Juridical Sciences, 1, 1-14. López, A. (2005). Vivir en comunidad. En compilación por Inés Candida. Conciencia y valores. Cumaná: INCIDE. López, G. (2020). EL SARS-CoV-2 Y LA COVID-19. Los peligros de una humanidad hacinada. Revista de ciencia de la Universidad Pablo de Olavide, 37, 5-10. Montero, M. (2008). Ideología, alienación e identidad nacional. Caracas: Universidad Central de Venezuela. Ediciones de la Biblioteca EBUC. Moreno, A. (1987). Psicología para la liberación, Anthropos 2, 25-52. Moreno, A. (2007). La investigación convivida: La experiencia vivida como horizonte epistemológico-práxico de la investigación en ciencias sociales. Espacio Abierto, 16(2), 223-241. Rodríguez, W. (2012). Psicología social de la liberación en la acción y pensamiento de Alejandro Moreno. Miscelánea Comillas, 70(136), 293-302.

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