DE LA PRAGMÁTICA PARTICIPATIVA TUTELADA A UNA PARTICIPACIÓN AUTOCONSCIENTE Autora: Elba Yrais Martínez* [ ] elbyrais@hotmail.com Autora: Abilene Ysabel Femayor Basanta* [ ] abilenef30@gmail.com
Orinoco. Pensamiento y Praxis/ Ano 07 / Nro 10/ (Enero. Junio 2019). Pp. (38-50). Multidisciplinarias/ISSN 2244-8314/ Organismo responsable. Asociación Fraternidad y Orientación Activa/ Editorial. Fondo Editorial ORINOCO Pensamiento y Praxis. Indizada/Resumida en Catalogo Latindex Folio 22927, y adherida a la Red Latinoamericana de Revistas Académicas en Ciencias Sociales y Humanidades (LatinREV) de FLACSO Argentina. Ciudad Bolívar. República Bolivariana de Venezuela.
DE LA PRAGMÁTICA PARTICIPATIVA TUTELADA A UNA PARTICIPACIÓN AUTOCONSCIENTE
Autora: Elba Yrais Martínez* [ ] elbyrais@hotmail.com Autora: Abilene Ysabel Femayor Basanta* [ ] abilenef30@gmail.com
RESUMEN
Este artículo es de carácter eminentemente teórico. Tiene como objeto la presentación de una construcción teórica sobre participación autoconsciente, producto de una investigación doctoral con trabajo de campo en la comunidad La Manga, Moitaco, del estado Bolívar. El método empleado fue la Investigación Acción Participante y Triangulación hermenéutica. Palabras clave: Construcción teórica, participación, triangulación. ABSTRACT
This article is eminently theoretical in nature. Its purpose is the presentation of a theoretical construction on self-conscious participation, product of a doctoral research with field work in the community La Manga, Moitaco, Bolivar State. The method used was Participating Action Research and hermeneutic Triangulation. Keywords: Theoretical construction, participation, triangulation. . RESUMO Este artigo é de natureza eminentemente teórica. Seu objetivo é apresentar uma construção teórica sobre a participação consciente, produto de uma pesquisa de doutorado com trabalho de campo na comunidade de La Manga, Moitaco, no estado de Bolívar. O método utilizado foi Pesquisa Participativa em Ação e Triagem Hermenêutica. Palavras-chave: Construção teórica, participação, triangulação.
RÉSUMÉ
Cet article est éminemment théorique par nature. Son but est la présentation d'une construction théorique sur la participation consciente de soi, fruit d'une recherche doctorale avec un travail de terrain dans la communauté La Manga, Moitaco, État de Bolivar. La méthode utilisée était la recherche-action participative et la triangulation herméneutique. Mots-clés : construction théorique, participation, triangulation.
La consciencia parece un concepto abstracto, sin anclaje visible en la realidad; sin embargo, en el tema de la participación se aprecia su materialización en las formas de participar que asume la ciudadanía. A lo largo de la investigación se revisaron diversas teorías que mostraron conceptos clave en la construcción teórica de la participación autoconsciente y en dilucidar el por qué estamos dentro de una acción social; si es por decisión propia, o por coacción; para decirlo en términos de Montero (2009): ¿se está empoderado?, ¿o no? Se trata de empoderamiento; de ejercicio de una ciudadanía competente; de estar “en cuenta” de una situación con todos los sentidos. No es muy común en países de América Latina con bajo nivel educativo y baja calidad de vida, la participación sin asistencia del Estado; no obstante, en naciones que tienen un nivel de vida y educacional óptimos, la participación es baja, pero cuando el ciudadano se decide a participar tiene la convicción y lo hace sin tutela. El Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) dio a conocer en un Informe de Desarrollo Humano (2013) para Costa Rica, que “solo un 14,4% de los costarricenses forma parte de grupos deportivos, un 13,9% está involucrado en asociaciones comunales, un 5,7% interviene en sus gremios profesionales y apenas un 2,3% participa activamente en partidos políticos”, lo que evidencia el bajo nivel de participación en asuntos de carácter individual y grupal, de lo que se presume que aunque sea baja la participación, es autoconsciente. De este modo, se plantea un fenómeno con dos caras: la participación donde existe óptima calidad de vida y la participación donde el exceso de carencias incide en que la ciudadanía tenga que participar a como dé lugar. Sin embargo, el “estar en cuenta”, se traduce aquí en trascender los mecanismos de participación orientados por los gobiernos y que la mayoría de las veces, se tornan políticas paternalistas, tuteladas y asistencialistas, dando lugar al establecimiento de una ciudadanía asistida o tutelada, y a subjetividades subalternas, lo cual colide con una participación autoconsciente. El fenómeno de la consciencia es individual, solo después deviene en colectivo, por esa razón la educación, la cultura y la calidad de vida son variables influyentes en la consciencia del ciudadano. La investigación doctoral se sostiene igualmente en experiencias con comunidades cuyos ciudadanos dan cuenta de la autenticidad de las matrices teóricas de la teoría construida (producto de encuentros e interacciones constantes, entrevistas). La primera fase es la triangulación hermenéutica de lo recopilado en La Manga, parroquia Moitaco, municipio Sucre del estado Bolívar: comunidad rural, pesquera y agrícola, organizada en Consejos Comunales, participa de programas de gobierno en los que se ha involucrado plenamente. La participación de los voceros y ciudadanos en general, se circunscribe a tramitaciones puntuales, conducentes a ejecutar los programas de gobierno de carácter asistencial, concebidos desde el nivel nacional y subnacional, que involucran también a operadores políticos como el Frente de Mujeres, el Frente Campesino, las Unidades de Batalles Chavistas, el Frente de pescadores y beneficiarios del programa Chamba Juvenil, etcétera. Como se conoce, estas organizaciones son cooptadas al interior de la gestión de desarrollo y participación correspondiente al Poder Popular, concebido en el Plan de la Patria 2013-2019 y otros instrumentos legales que sustentan y promueven la participación, como la Ley de Consejos Comunales (2000), la Ley de Comunas (2010), la Ley Orgánica del Poder Público Municipal (2005), la Ley de los Consejos Locales de Planificación Pública (2002), entre otros. No es muy justo partidizar la participación ciudadana, pero parece ser una práctica de todos los gobiernos latinoamericanos (Caso: Plan Social Educativo (PSE) de Buenos Aires, que “logra abrir una amplia gama de interrogantes en torno al lugar que ocupan las políticas públicas y los programa sociales en relación con la construcción de subjetividades subalternas”: Duschatzky, 2000), con énfasis en unos modelos de gestión más que en otros; lo cierto es que lo viable y honesto es que la participación sea espontanea, autónoma y autoconsciente. De las teorías sociales al Poder Popular en La Manga, Moitaco, estado Bolívar. Las teorías sociales sobre la participación convergen en un concepto: Pobreza de participación (Sirvent, 1998); equivale a participación simbólica o, a ser unos tutelados y asistidos del gobierno. Si se recuerda, la pobreza de participación traduce una realidad latinoamericana generada en países donde en algún momento de su historia se llegó a vivir dictaduras, persecuciones o, exceso de políticas paternalistas que pretendieron incrementar el nivel de vida de la ciudadanía. Tal es el caso de Argentina y Chile, entre los setenta y ochenta, y en Venezuela hoy (2018), que existen programas de asistencia social permanentes, a través de los Comités Locales de Abastecimiento Popular, lo que sin duda genera una dependencia del Estado, propiciándose subjetividades subalternas, pero sobre todo, incapacidad para el empoderamiento de la población, puesto que les cuesta hacerse cargo de sus propias necesidades. La pobreza de participación va aunada a una pobreza de protección y pobreza política, porque las capacidades de asociación espontanea, de motivación al logro, se ve coartada por el temor a la protesta, por la falta de credibilidad, la desesperanza aprendida, o simplemente porque la mejor forma de participar es no participando y para ello basta ser parte de un esquema participativo impuesto, que realmente presentan casi todos los gobiernos. Sin embargo, aunque esto sea así, se quiere dejar claro que no existe participación autentica que no sea producto de la propia consciencia, no de la consciencia colectiva, ni de mecanismos de cooptación al interior de los procesos políticos, sino al interior de la consciencia individual, es por ello que al inicio se deja claro que la consciencia de participación colectiva es propiciada por una educación, una cultura y calidad de vida óptimas, que le permite al individuo y a los grupos sociales organizarse para otros logros colectivos; se produce cuando “la gente participa de sus procesos de transformación y la participación es una condición sine qua non para que se logre el fortalecimiento (Montero, 2009:616 en Montero, 2003)”, cuando existe “asociación (6) permite a los excluidos negociar e intercambiar con los actores poderosos tradicionales (…), el poder delegado (7) y el control ciudadano (8), permiten a los excluidos obtener la mayoría de los puestos en la toma de decisiones” (Vargas: 2010:6 en Arnstein:1971). En La Manga, Moitaco, se generaron procesos de participación ciudadana de manera simbólica, siempre guiados por políticas nacionales, con niveles de participación tipo asistencia a reuniones, invitaciones a reuniones, censo de beneficiaros de bolsas de comida (CLAP), dentro de los más resaltantes, que denotan una cultura de la participación precaria, propia de zonas rurales, donde las escuelas y los centros de salud presentan carencias en servicios, y provisiones de insumos (alimentos y medicinas), incluyendo la precariedad del transporte interurbano. La mediación e interacción constante de la investigadora dio lugar a que los informantes de La Manga, suministraran todos los insumos teóricos para triangular y construir una teoría de la participación, para lo cual se cruzaron informaciones, produciéndose una saturación desde la triangulación. De la Triangulación Hermenéutica a la Construcción Teórica Las coincidencias conceptuales no son casuales, ni menos las alusiones implícitas a ciertas teorías; se trata de un cruce entre categorizaciones que nombran la realidad y que es necesario detectar en los discursos de los hablantes (entrevistados), a fin de contrastarlos entre sí. De esta vinculación que en realidad es una triangulación, se desprende una hermenéutica dando lugar a una teoría desde la experiencia; no es hipotética en sí misma, sino que forma parte de una pragmática social. En el caso de La Manga, comunidad donde se anclan estas experiencias sobre la participación, se triangularon varios conceptos; a saber: Inconsciencia participativa, Desinterés cognitivo, Desintegración política y Autoconsciencia participativa, descritos por los informantes clave, lo que coloca en el escenario teórico situaciones latentes en sus propios procesos que no están distantes de las concepciones epistemológicas tratadas en los referentes teóricos y, sobre la base de la Teoría Fundamentada (Strauss y Corbin, 2002:28-29) se consideraron para el desarrollo teórico. La “descripción es la base de interpretaciones más abstractas de los datos y de construcción de teoría, aunque no necesariamente ha de ser así. (…) incorpora conceptos, al menos de manera implícita (…). Es básica para la teorización”. La interpretación de la realidad que proporcionan los informantes y la comunidad en general, son insumos que enriquecen mediante la descripción de los procesos, la construcción de una teoría. “Teorizar es un trabajo que implica no sólo concebir o intuir ideas (conceptos), (…) formularlos en un esquema lógico, sistemático y explicativo (…) para que una idea llegue a ser teoría se exige que ésta se explore a plenitud”. (Strauss y Corbin, 2002:32). Son diez (10) años dentro de la comunidad La Manga, interactuando con sus pobladores, participando de sus problemas y de sus logros. En este largo tiempo la formación socio-política, se ha acercado la investigadora suscrita a sus conciudadanos, a través de conferencias, cursos y talleres, lo que resulto ser la mejor manera de conocer a profundidad. La participación comunitaria está signada por la cooptación en la mayoría de los casos, mediada y penetrada por políticas de estado que les resta espontaneidad, transparencia (no se sabe si el plus valor es para el partido) y consciencia a las organizaciones. Como se observa en la Manga, la comunidad prácticamente no se moviliza sino existe un plan previo desde los entes estatales, y la participación cuando es autónoma, de libre poder de decisión, toma acciones a motus propio. Otro problema de la participación cooptada es el desinterés cognitivo que asume la ciudadanía, pues no se necesita preparación para lo que está previamente “empaquetado” (acciones); tampoco se requieren consciencia y voluntad de hacer desde la trascendencia de acciones que generen transformaciones, lo cual explica que la mayoría de los programas que emprenden, sean los mismos de asistencia social y tutelados por el estado venezolano; pareciera que prevalece la actitud del “para qué voy a organizar otros si esto es lo que hay” y “para qué aprender si todo está dicho”. Esta forma de proceder promueve la inconsciencia política por las mismas razones citadas, pero no se queda allí la reflexión de la propia ciudadanía, al contrario, ella clama por una consciencia ciudadana, por mayor compromiso y nivel de movilización de la gente, que ésta no solo se circunscriba a asistir a reuniones o hacer una distribución de comida o medicinas, sino que tenga un compromiso constante con políticas sociales que hagan de ese medio rural precario en servicios comunitarios, un sector avivado por la participación consciente de su comunidad, y además de distribuir insumos alimentarios y médicos, gestione servicios de salud y transporte óptimos. Si no se empoderan de estas ideas, sus formas de participación quedan en el simbolismo, una alegoría de los 3 primeros escalones de Arnstein, según los cuales la participación es un simulacro; y para Sirvent, una pobreza política; no obstante, se ha apostado a la autoconsciencia participativa que sería representada por un ciudadano empoderado de sus procesos comunitarios, que no necesita directrices, sino que él mismo las elabora en colectivo, toma decisiones y es consciente de su rol dentro de la comunidad donde se desenvuelve en búsqueda del bienestar. La autoconsciencia.- Darse cuenta de lo que se es y del deber ser no es tan simple, es por ello que cuando se nombra “conciencia” parecer que se hablara de algo trascendente, quizás sería para muchos una expresión ligada más a lo ontológico que a la vida práctica, sin embargo no es así. La consciencia proviene del ser individual, para que exista un estado de “darse cuenta” del sí mismo para la acción, resulta imprescindible una claridad de lo que se quiere en la vida personal, solo después puede pasarse a ese estado para lo colectivo, puesto que una persona sin claridad, difícilmente puede trazarse objetivos colectivos. Con la participación ciudadana ocurre que el compromiso con uno mismo es lo primero y luego, con la ciudadanía. ¿Qué se busca con la participación en un grupo social? Se buscan logros para un colectivo: bienestar, mejoras, calidad de vida, prosperidad, salud, etcétera. Con la activación de proyectos personales se busca lo mismo, el crecimiento, la paz, el bienestar para una individualidad. Quien no crece para sí mismo es difícil que entienda el crecimiento para los demás, puesto que la convicción y el compromiso propios son indispensables, la decisión y el poder para hacerlo. Todo ello implica un grado de consciencia propia, o mejor: autoconsciencia. Para Merlano (2004:135), se entiende por autoconSciencia “la capacidad de percatarse de uno mismo” y según la Real Academia, “la capacidad de los seres humanos de verse y reconocerse (…) juzgar sobre esa visión y reconocimiento. (…). Los seres humanos somos los únicos que la hemos desarrollado; este concepto explica lo que desde el principio se ha venido sosteniendo, y es que la autoconsciencia es un asunto de evolución del pensamiento individual para poder pasar a lo colectivo, por lo que no puede cooptarse ninguna organización comunitaria, la consciencia de sí misma les es propia e inherente, y mal puede otro pensarla o reconocerla si no le pertenece. Diagrama: códigos emergentes de la “Teoría de participación autoconsciente.” Fuente: Elaboración propia con base en el Sofware Atlas.ti, versión 6.2 Es propicio exponer como aporte a esta teoría de participación autoconsciente, las dimensiones de la autoconsciencia estudiadas por Merlano (2004:135-136), que corresponden a la Psicología Evolutiva y pueden ser extrapoladas a lo social – comunitario: 1. Identidad corporal: Yo soy mi cuerpo. 2. Identidad grupal: Yo no soy un hombre, soy un pueblo", frase atribuida a Jorge Eliécer Gaitán. Soy lo que mi grupo es. 3. Identidad personal: Asociada con los propios pensamientos y las emociones derivadas de los mismos. Yo soy mis senti-pensamientos. 4. Identidad yoica: Yo soy un centro de consciencia, aquel que siente y piensa. Mis pares son todos los similares a mí, es decir, las formas de vida autoconscientes. 5. Identidad cósmica: Yo soy todo lo que es. El sentido de la propia identidad se expande abarcando al planeta con todo lo que él contiene, lo inanimado, las plantas, los animales, lo humano, después el universo y finalmente el substrato del mismo, el vacío cuántico, Dios. Traducción necesaria es que un individuo se expresa en sus acciones pensadas con las cuales se identifica; por tanto, mal puede venir alguien a cooptarle sus acciones si no son pensadas ni sentidas por él, lo que es válido para la identidad grupal. Allí reside parte de la AutoconSciencia. CONCLUSIONES Para una participación autoconsciente, es imprescindible ser auténticos, responsables, comprometidos y, sobre todo, poder tomar decisiones de organización y acción de forma autónoma, sin que se requiera de la guia o tutela de algún ente público o privado. Participar es una elección personal y colectiva, no una imposición; puede sí ser propuesta por alguien, puede ser parte de una motivación, pero jamás delegada por otros ni a otros. Es posible que expertos o bien, instituciones, conozcan realidades sociales y pretendan actuar sobre ellas mediante programas, pero en modo alguno eso sustituye la convicción e iniciativa propias de los ciudadanos, menos aún la consciencia. En este orden, se concluye que la participación ciudadana en La Manga es simbólica y tutelada de forma excesiva, en consecuencia, no es autoconsciente. Para ello se requiere elevar los niveles educativos de la población y la calidad de vida, dentro de un marco de libertades de asociación. REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS BBC Mundo (2013). El país con menor participación ciudadana de América Latina. Néfer Muñoz Disponible en: http://www.bbc.com/mundo/noticias/2013/10/131025_america_latina_costa_rica_politica Crosby, P. (2006). Control de Calidad. Disponible en http:/www.teoriascalidad/usal.es.educ. [Consultado: 2018, junio, 3]. Duschatzky, Silvia (2000). Tutelados y asistidos: Programas Sociales, Políticas Públicas y Subjetividad. Introducción, Editorial Paidós (Tramas sociales), primer y segunda edición Buenos Aires. pág.16. Reseña: Karina Vitaller. Ley Orgánica de las Comunas (2010). Asamblea Nacional de la República Bolivariana de Venezuela. Gaceta Oficial N. 39.335. Reimpresión. Caracas. Venezuela. Ley de los Consejos Comunales (2012). Reimpresión. Ministerio del Poder Popular para la Comunicación y la Información. Caracas-Venezuela. Disponible en: www.minci.gob.ve / publicaciones@minci.gob.ve [Consultado el 3 de abril, 2018] Montero, Maritza (2009) El fortalecimiento en la comunidad, sus dificultades y alcances. Universitas Psychologica V. 8 No. 3. pp. 615-626. Pontificia Universidad Javeriana. Bogotá, Colombia. Madueño, Juan (2013). En realidades sociales de "múltiples pobrezas", como son el juego y las relaciones de poder con sujetos adolescentes y jóvenes. 10º Congreso Argentino y 5º Latinoamericano de Educación Física y Ciencias. Universidad Nacional de La Plata. Agencia Nacional de Promoción Científica y Tecnológica. Argentina. Merlano Alberto (2004). Prácticas para desarrollar la autoconsciencia. Pensamiento & gestión, 17. Universidad del Norte, 134-160. Organización Mundial de la Salud. 138° Sesión del comité ejecutivo. Washington, D.C., E.E.U.U.19-23 junio del 2006.Disponible en Word Wide Web: http://www.paho.org/Spanish/GOV/CE/ce138-15-s.pdf. [Consultado el 20 de mayo, 2018]. Roger, D. (2008). ¿Vale nada lo politizado? El presupuesto participativo de la ciudad de Buenos Aires. Ministerio de Asuntos Sociales. Argentina. Sirvent, María Teresa (1998): Poder, Participación y Múltiples Pobrezas: La formación del ciudadano en un contexto de neoconservadurismo, políticas de ajuste y pobreza. Programa de investigación sobre desarrollo sociocultural y educación permanente. Buenos Aires. Mimeografía. Universidad de Buenos Aires. Strauss y Corbin (2002). Bases de la investigación cualitativa. Técnicas y procedimientos para desarrollar la teoría fundamentada. Editorial Universidad de Antioquia. Facultad de Enfermería de la Universidad de Antioquia. Colombia. Ussher, Margarita (2008). Complejidad de los procesos de Participación Comunitaria. XV Jornadas de Investigación y Cuarto Encuentro de Investigadores en Psicología del Mercosur. Facultad de Psicología. Universidad de Buenos Aires, Buenos Aires. Vargas Cuéllar, Marcos (2010) Niveles de participación ciudadana en las políticas públicas: Una propuesta para el estudio de mecanismos institucionales de participación. Revista Académica de Investigación Tlatemoani. Universidad Autónoma de San Luis Potosí. Campus Huasteca.
DE LA PRAGMÁTICA PARTICIPATIVA TUTELADA A UNA PARTICIPACIÓN AUTOCONSCIENTE
Autora: Elba Yrais Martínez* [ ] elbyrais@hotmail.com Autora: Abilene Ysabel Femayor Basanta* [ ] abilenef30@gmail.com
RESUMEN
Este artículo es de carácter eminentemente teórico. Tiene como objeto la presentación de una construcción teórica sobre participación autoconsciente, producto de una investigación doctoral con trabajo de campo en la comunidad La Manga, Moitaco, del estado Bolívar. El método empleado fue la Investigación Acción Participante y Triangulación hermenéutica. Palabras clave: Construcción teórica, participación, triangulación. ABSTRACT
This article is eminently theoretical in nature. Its purpose is the presentation of a theoretical construction on self-conscious participation, product of a doctoral research with field work in the community La Manga, Moitaco, Bolivar State. The method used was Participating Action Research and hermeneutic Triangulation. Keywords: Theoretical construction, participation, triangulation. . RESUMO Este artigo é de natureza eminentemente teórica. Seu objetivo é apresentar uma construção teórica sobre a participação consciente, produto de uma pesquisa de doutorado com trabalho de campo na comunidade de La Manga, Moitaco, no estado de Bolívar. O método utilizado foi Pesquisa Participativa em Ação e Triagem Hermenêutica. Palavras-chave: Construção teórica, participação, triangulação.
RÉSUMÉ
Cet article est éminemment théorique par nature. Son but est la présentation d'une construction théorique sur la participation consciente de soi, fruit d'une recherche doctorale avec un travail de terrain dans la communauté La Manga, Moitaco, État de Bolivar. La méthode utilisée était la recherche-action participative et la triangulation herméneutique. Mots-clés : construction théorique, participation, triangulation.
La consciencia parece un concepto abstracto, sin anclaje visible en la realidad; sin embargo, en el tema de la participación se aprecia su materialización en las formas de participar que asume la ciudadanía. A lo largo de la investigación se revisaron diversas teorías que mostraron conceptos clave en la construcción teórica de la participación autoconsciente y en dilucidar el por qué estamos dentro de una acción social; si es por decisión propia, o por coacción; para decirlo en términos de Montero (2009): ¿se está empoderado?, ¿o no? Se trata de empoderamiento; de ejercicio de una ciudadanía competente; de estar “en cuenta” de una situación con todos los sentidos. No es muy común en países de América Latina con bajo nivel educativo y baja calidad de vida, la participación sin asistencia del Estado; no obstante, en naciones que tienen un nivel de vida y educacional óptimos, la participación es baja, pero cuando el ciudadano se decide a participar tiene la convicción y lo hace sin tutela. El Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) dio a conocer en un Informe de Desarrollo Humano (2013) para Costa Rica, que “solo un 14,4% de los costarricenses forma parte de grupos deportivos, un 13,9% está involucrado en asociaciones comunales, un 5,7% interviene en sus gremios profesionales y apenas un 2,3% participa activamente en partidos políticos”, lo que evidencia el bajo nivel de participación en asuntos de carácter individual y grupal, de lo que se presume que aunque sea baja la participación, es autoconsciente. De este modo, se plantea un fenómeno con dos caras: la participación donde existe óptima calidad de vida y la participación donde el exceso de carencias incide en que la ciudadanía tenga que participar a como dé lugar. Sin embargo, el “estar en cuenta”, se traduce aquí en trascender los mecanismos de participación orientados por los gobiernos y que la mayoría de las veces, se tornan políticas paternalistas, tuteladas y asistencialistas, dando lugar al establecimiento de una ciudadanía asistida o tutelada, y a subjetividades subalternas, lo cual colide con una participación autoconsciente. El fenómeno de la consciencia es individual, solo después deviene en colectivo, por esa razón la educación, la cultura y la calidad de vida son variables influyentes en la consciencia del ciudadano. La investigación doctoral se sostiene igualmente en experiencias con comunidades cuyos ciudadanos dan cuenta de la autenticidad de las matrices teóricas de la teoría construida (producto de encuentros e interacciones constantes, entrevistas). La primera fase es la triangulación hermenéutica de lo recopilado en La Manga, parroquia Moitaco, municipio Sucre del estado Bolívar: comunidad rural, pesquera y agrícola, organizada en Consejos Comunales, participa de programas de gobierno en los que se ha involucrado plenamente. La participación de los voceros y ciudadanos en general, se circunscribe a tramitaciones puntuales, conducentes a ejecutar los programas de gobierno de carácter asistencial, concebidos desde el nivel nacional y subnacional, que involucran también a operadores políticos como el Frente de Mujeres, el Frente Campesino, las Unidades de Batalles Chavistas, el Frente de pescadores y beneficiarios del programa Chamba Juvenil, etcétera. Como se conoce, estas organizaciones son cooptadas al interior de la gestión de desarrollo y participación correspondiente al Poder Popular, concebido en el Plan de la Patria 2013-2019 y otros instrumentos legales que sustentan y promueven la participación, como la Ley de Consejos Comunales (2000), la Ley de Comunas (2010), la Ley Orgánica del Poder Público Municipal (2005), la Ley de los Consejos Locales de Planificación Pública (2002), entre otros. No es muy justo partidizar la participación ciudadana, pero parece ser una práctica de todos los gobiernos latinoamericanos (Caso: Plan Social Educativo (PSE) de Buenos Aires, que “logra abrir una amplia gama de interrogantes en torno al lugar que ocupan las políticas públicas y los programa sociales en relación con la construcción de subjetividades subalternas”: Duschatzky, 2000), con énfasis en unos modelos de gestión más que en otros; lo cierto es que lo viable y honesto es que la participación sea espontanea, autónoma y autoconsciente. De las teorías sociales al Poder Popular en La Manga, Moitaco, estado Bolívar. Las teorías sociales sobre la participación convergen en un concepto: Pobreza de participación (Sirvent, 1998); equivale a participación simbólica o, a ser unos tutelados y asistidos del gobierno. Si se recuerda, la pobreza de participación traduce una realidad latinoamericana generada en países donde en algún momento de su historia se llegó a vivir dictaduras, persecuciones o, exceso de políticas paternalistas que pretendieron incrementar el nivel de vida de la ciudadanía. Tal es el caso de Argentina y Chile, entre los setenta y ochenta, y en Venezuela hoy (2018), que existen programas de asistencia social permanentes, a través de los Comités Locales de Abastecimiento Popular, lo que sin duda genera una dependencia del Estado, propiciándose subjetividades subalternas, pero sobre todo, incapacidad para el empoderamiento de la población, puesto que les cuesta hacerse cargo de sus propias necesidades. La pobreza de participación va aunada a una pobreza de protección y pobreza política, porque las capacidades de asociación espontanea, de motivación al logro, se ve coartada por el temor a la protesta, por la falta de credibilidad, la desesperanza aprendida, o simplemente porque la mejor forma de participar es no participando y para ello basta ser parte de un esquema participativo impuesto, que realmente presentan casi todos los gobiernos. Sin embargo, aunque esto sea así, se quiere dejar claro que no existe participación autentica que no sea producto de la propia consciencia, no de la consciencia colectiva, ni de mecanismos de cooptación al interior de los procesos políticos, sino al interior de la consciencia individual, es por ello que al inicio se deja claro que la consciencia de participación colectiva es propiciada por una educación, una cultura y calidad de vida óptimas, que le permite al individuo y a los grupos sociales organizarse para otros logros colectivos; se produce cuando “la gente participa de sus procesos de transformación y la participación es una condición sine qua non para que se logre el fortalecimiento (Montero, 2009:616 en Montero, 2003)”, cuando existe “asociación (6) permite a los excluidos negociar e intercambiar con los actores poderosos tradicionales (…), el poder delegado (7) y el control ciudadano (8), permiten a los excluidos obtener la mayoría de los puestos en la toma de decisiones” (Vargas: 2010:6 en Arnstein:1971). En La Manga, Moitaco, se generaron procesos de participación ciudadana de manera simbólica, siempre guiados por políticas nacionales, con niveles de participación tipo asistencia a reuniones, invitaciones a reuniones, censo de beneficiaros de bolsas de comida (CLAP), dentro de los más resaltantes, que denotan una cultura de la participación precaria, propia de zonas rurales, donde las escuelas y los centros de salud presentan carencias en servicios, y provisiones de insumos (alimentos y medicinas), incluyendo la precariedad del transporte interurbano. La mediación e interacción constante de la investigadora dio lugar a que los informantes de La Manga, suministraran todos los insumos teóricos para triangular y construir una teoría de la participación, para lo cual se cruzaron informaciones, produciéndose una saturación desde la triangulación. De la Triangulación Hermenéutica a la Construcción Teórica Las coincidencias conceptuales no son casuales, ni menos las alusiones implícitas a ciertas teorías; se trata de un cruce entre categorizaciones que nombran la realidad y que es necesario detectar en los discursos de los hablantes (entrevistados), a fin de contrastarlos entre sí. De esta vinculación que en realidad es una triangulación, se desprende una hermenéutica dando lugar a una teoría desde la experiencia; no es hipotética en sí misma, sino que forma parte de una pragmática social. En el caso de La Manga, comunidad donde se anclan estas experiencias sobre la participación, se triangularon varios conceptos; a saber: Inconsciencia participativa, Desinterés cognitivo, Desintegración política y Autoconsciencia participativa, descritos por los informantes clave, lo que coloca en el escenario teórico situaciones latentes en sus propios procesos que no están distantes de las concepciones epistemológicas tratadas en los referentes teóricos y, sobre la base de la Teoría Fundamentada (Strauss y Corbin, 2002:28-29) se consideraron para el desarrollo teórico. La “descripción es la base de interpretaciones más abstractas de los datos y de construcción de teoría, aunque no necesariamente ha de ser así. (…) incorpora conceptos, al menos de manera implícita (…). Es básica para la teorización”. La interpretación de la realidad que proporcionan los informantes y la comunidad en general, son insumos que enriquecen mediante la descripción de los procesos, la construcción de una teoría. “Teorizar es un trabajo que implica no sólo concebir o intuir ideas (conceptos), (…) formularlos en un esquema lógico, sistemático y explicativo (…) para que una idea llegue a ser teoría se exige que ésta se explore a plenitud”. (Strauss y Corbin, 2002:32). Son diez (10) años dentro de la comunidad La Manga, interactuando con sus pobladores, participando de sus problemas y de sus logros. En este largo tiempo la formación socio-política, se ha acercado la investigadora suscrita a sus conciudadanos, a través de conferencias, cursos y talleres, lo que resulto ser la mejor manera de conocer a profundidad. La participación comunitaria está signada por la cooptación en la mayoría de los casos, mediada y penetrada por políticas de estado que les resta espontaneidad, transparencia (no se sabe si el plus valor es para el partido) y consciencia a las organizaciones. Como se observa en la Manga, la comunidad prácticamente no se moviliza sino existe un plan previo desde los entes estatales, y la participación cuando es autónoma, de libre poder de decisión, toma acciones a motus propio. Otro problema de la participación cooptada es el desinterés cognitivo que asume la ciudadanía, pues no se necesita preparación para lo que está previamente “empaquetado” (acciones); tampoco se requieren consciencia y voluntad de hacer desde la trascendencia de acciones que generen transformaciones, lo cual explica que la mayoría de los programas que emprenden, sean los mismos de asistencia social y tutelados por el estado venezolano; pareciera que prevalece la actitud del “para qué voy a organizar otros si esto es lo que hay” y “para qué aprender si todo está dicho”. Esta forma de proceder promueve la inconsciencia política por las mismas razones citadas, pero no se queda allí la reflexión de la propia ciudadanía, al contrario, ella clama por una consciencia ciudadana, por mayor compromiso y nivel de movilización de la gente, que ésta no solo se circunscriba a asistir a reuniones o hacer una distribución de comida o medicinas, sino que tenga un compromiso constante con políticas sociales que hagan de ese medio rural precario en servicios comunitarios, un sector avivado por la participación consciente de su comunidad, y además de distribuir insumos alimentarios y médicos, gestione servicios de salud y transporte óptimos. Si no se empoderan de estas ideas, sus formas de participación quedan en el simbolismo, una alegoría de los 3 primeros escalones de Arnstein, según los cuales la participación es un simulacro; y para Sirvent, una pobreza política; no obstante, se ha apostado a la autoconsciencia participativa que sería representada por un ciudadano empoderado de sus procesos comunitarios, que no necesita directrices, sino que él mismo las elabora en colectivo, toma decisiones y es consciente de su rol dentro de la comunidad donde se desenvuelve en búsqueda del bienestar. La autoconsciencia.- Darse cuenta de lo que se es y del deber ser no es tan simple, es por ello que cuando se nombra “conciencia” parecer que se hablara de algo trascendente, quizás sería para muchos una expresión ligada más a lo ontológico que a la vida práctica, sin embargo no es así. La consciencia proviene del ser individual, para que exista un estado de “darse cuenta” del sí mismo para la acción, resulta imprescindible una claridad de lo que se quiere en la vida personal, solo después puede pasarse a ese estado para lo colectivo, puesto que una persona sin claridad, difícilmente puede trazarse objetivos colectivos. Con la participación ciudadana ocurre que el compromiso con uno mismo es lo primero y luego, con la ciudadanía. ¿Qué se busca con la participación en un grupo social? Se buscan logros para un colectivo: bienestar, mejoras, calidad de vida, prosperidad, salud, etcétera. Con la activación de proyectos personales se busca lo mismo, el crecimiento, la paz, el bienestar para una individualidad. Quien no crece para sí mismo es difícil que entienda el crecimiento para los demás, puesto que la convicción y el compromiso propios son indispensables, la decisión y el poder para hacerlo. Todo ello implica un grado de consciencia propia, o mejor: autoconsciencia. Para Merlano (2004:135), se entiende por autoconSciencia “la capacidad de percatarse de uno mismo” y según la Real Academia, “la capacidad de los seres humanos de verse y reconocerse (…) juzgar sobre esa visión y reconocimiento. (…). Los seres humanos somos los únicos que la hemos desarrollado; este concepto explica lo que desde el principio se ha venido sosteniendo, y es que la autoconsciencia es un asunto de evolución del pensamiento individual para poder pasar a lo colectivo, por lo que no puede cooptarse ninguna organización comunitaria, la consciencia de sí misma les es propia e inherente, y mal puede otro pensarla o reconocerla si no le pertenece. Diagrama: códigos emergentes de la “Teoría de participación autoconsciente.” Fuente: Elaboración propia con base en el Sofware Atlas.ti, versión 6.2 Es propicio exponer como aporte a esta teoría de participación autoconsciente, las dimensiones de la autoconsciencia estudiadas por Merlano (2004:135-136), que corresponden a la Psicología Evolutiva y pueden ser extrapoladas a lo social – comunitario: 1. Identidad corporal: Yo soy mi cuerpo. 2. Identidad grupal: Yo no soy un hombre, soy un pueblo", frase atribuida a Jorge Eliécer Gaitán. Soy lo que mi grupo es. 3. Identidad personal: Asociada con los propios pensamientos y las emociones derivadas de los mismos. Yo soy mis senti-pensamientos. 4. Identidad yoica: Yo soy un centro de consciencia, aquel que siente y piensa. Mis pares son todos los similares a mí, es decir, las formas de vida autoconscientes. 5. Identidad cósmica: Yo soy todo lo que es. El sentido de la propia identidad se expande abarcando al planeta con todo lo que él contiene, lo inanimado, las plantas, los animales, lo humano, después el universo y finalmente el substrato del mismo, el vacío cuántico, Dios. Traducción necesaria es que un individuo se expresa en sus acciones pensadas con las cuales se identifica; por tanto, mal puede venir alguien a cooptarle sus acciones si no son pensadas ni sentidas por él, lo que es válido para la identidad grupal. Allí reside parte de la AutoconSciencia. CONCLUSIONES Para una participación autoconsciente, es imprescindible ser auténticos, responsables, comprometidos y, sobre todo, poder tomar decisiones de organización y acción de forma autónoma, sin que se requiera de la guia o tutela de algún ente público o privado. Participar es una elección personal y colectiva, no una imposición; puede sí ser propuesta por alguien, puede ser parte de una motivación, pero jamás delegada por otros ni a otros. Es posible que expertos o bien, instituciones, conozcan realidades sociales y pretendan actuar sobre ellas mediante programas, pero en modo alguno eso sustituye la convicción e iniciativa propias de los ciudadanos, menos aún la consciencia. En este orden, se concluye que la participación ciudadana en La Manga es simbólica y tutelada de forma excesiva, en consecuencia, no es autoconsciente. Para ello se requiere elevar los niveles educativos de la población y la calidad de vida, dentro de un marco de libertades de asociación. REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS BBC Mundo (2013). El país con menor participación ciudadana de América Latina. Néfer Muñoz Disponible en: http://www.bbc.com/mundo/noticias/2013/10/131025_america_latina_costa_rica_politica Crosby, P. (2006). Control de Calidad. Disponible en http:/www.teoriascalidad/usal.es.educ. [Consultado: 2018, junio, 3]. Duschatzky, Silvia (2000). Tutelados y asistidos: Programas Sociales, Políticas Públicas y Subjetividad. 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Para citar este artículo de investigación:
ResponderEliminarMartínez, E. y Femayor, A. (2019) “De la pragmática participativa tutelada a una participación autoconsciente” Revista Orinoco Pensamiento y Praxis/ Multidisciplinarias/ ISSN 2244-831. Vol 07(10), pp. 34-50.
Elba Yrais Martínez es Licenciada en Educación, mención Preescolar. Universidad Nacional Experimental Simón Rodríguez (2000). Especialista en Gerencia Educacional. Universidad Pedagógica Experimental Libertador (2006, IMPM). Doctorando en Ciencias para el Desarrollo Estratégico UBV. Investigación Doctoral: La participación: una construcción desde la autoconsciencia.
Abilene Ysabel Femayor Basanta es Licenciada en Educación Preescolar, Universidad Nacional Experimental Simón Rodríguez (1997), Ciudad Bolívar. Especialista en Gerencia Educacional, Universidad Pedagógica Experimental Libertador (2006), Ciudad Bolívar. Doctorante en Ciencias para el Desarrollo Estratégico, mención Organización Comunitaria y Poder Popular, Universidad Bolivariana de Venezuela.